"In me omnis spes mihi est" (Terencio).

16 de octubre de 2008

INICIACION AL PÁDEL

Hace escasos días tuve mi primer contacto con el Pádel.

El escenario fue la ciudad de Úbeda, y la hora las cinco y media de la tarde. El guía espiritual (entiéndase por oponente y profesor) mi amigo y compañero Antonio Puebla.

¡Qué decir sin recordar mucho la tremenda paliza que me propinó!

Pues lo primero, y sobre todo, lo más importante, que pasé un rato estupendo.

Como deporte, el Pádel puede resumirse en un compendio de diferentes deportes de raqueta, la gran diferencia estriba en que se juega en un recinto cerrado. Pero no va a ser este mi objetivo, el de explicar aquí su historia o sus reglas. Ahí tenemos ese fascinante mundo que es internet para interesados en profundizar.

Algunos profanos del Pádel lo tildan de ‘deporte pijo’. En mi opinión, puede que lo fuera en sus inicios, y puede que aun no esté totalmente difundido, pero está sufriendo un auge tan importante y están proliferando tanto las pistas de carácter público, que los practicantes crecen a la vez que se diversifican hacia todas las edades y condiciones. Esto último es importante ya que, aunque no creo que se inventara con ese objetivo, el Pádel es un deporte muy adecuado para todo tipo de personas, también aquellos que ya empiezan a tener una edad o personas sin una buena condición física. De hecho, pienso que una parte de su auge se debe al poder practicarse intensamente sin exprimirse físicamente. Sin agotamiento que comentábamos Antonio y yo.

Me gustaría decir lo contrario, pero el encuentro no fue disputado. No hubo color. Lo más positivo, el descubrir un deporte que me permite mantener, o mejor dicho, recuperar, una aceptable forma física, y de camino servirme como paso indispensable a cotas mayores. Añadir a esto último, que mi maltrecha rodilla también sobrevivió, lo cual es un añadido importante para seguir adelante. También positivo es conocer ya las reglas y hacer un buen acercamiento a los golpes, distancias y cosas así. Lo que podríamos denominar el “ir haciéndome”. Lo demás, la práctica debe de traerlo, y espero que más pronto que tarde.

En el aspecto negativo, obviando la paliza recibida (creo que en cinco sets no logré más de 7 u 8 juegos) está, sobre todo, el haber jugado en una pista más reducida que la reglamentaria (esta era de sólo dos jugadores). Siempre nos resultará más difícil encontrar, y poner en acuerdo en horarios, a cuatro personas, pero se hará.

En definitiva, corrí, salté, jugué y perdí. Lo pasé muy bien, sudé como esperaba y le di un poco de actividad al cuerpo, que ya iba siendo hora. En mi sana intención está, el lograr un nivel suficiente como para que mi oponente tenga que esforzarse.

Como dije al principio, un rato estupendo que deseo repetir pronto.


1 comentario:

  1. Habrá que repetirlo pronto, has dado una visión y un resumen muy acertado de lo que viene a ser el Padel.

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