"In me omnis spes mihi est" (Terencio).

10 de febrero de 2010

OJOS DE AGUA

La verdad es que mientras uno lee estos libros, sobre todo los que se editan recientemente, ya parece estar viendo la adaptación cinematográfica. Debe ser esto eso que llaman la influencia del cine en la literatura, pero he de decir que este libro me ha gustado.

De vez en cuando me doy el gusto de pasarme por la novela negra, que me divierte, y no hace mucho descubrí a Domingo Villar, que ya va por la segunda novela. Esta, Ojos de Agua, que es la primera y está editada por Siruela, nos presenta sobre todo a un par de inspectores, Leo Caldas (inspector de policía, y su personaje fetiche) y Rafael Estévez (agente de policía ayudante del primero), gallego uno y aragonés el segundo; una ciudad, Vigo; y una forma de vida entre el mar, vino y marisco.
El libro resulta la mar de agradable y nos conduce brevemente (187 pág.) entre tabernas, comidas, y jazz hasta un misterioso asesinato (no podía ser menos) y su resolución final. Son condimentos adicionales la fuerte personalidad del ayudante Estévez, a quien saca de quicio la ambigüedad para hablar de los gallegos, y la notoriedad del inspector Caldas debida a su participación en un programa de radio y que se contrapone con la soledad de su vida.
Como dije al principio, me ha gustado. En general, buenos diálogos y narración ágil. Sencillo y muy en la línea de la literatura negra clásica. Los "herederos" de Montalbán gozan de buena salud. En breve buscaré su segunda novela, La playa de los ahogados.

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