"In me omnis spes mihi est" (Terencio).

5 de mayo de 2009

ALGO HIPNÓTICO

Algo hipnótico. Sin saber el motivo, llevo varios días recordando la película. Pocos de ustedes alcanzarán a comprender por qué siendo yo estudiante me tomé la licencia de verla repetidamente en las salas de cine. Era algo hipnótico. Y ahora la recuerdo, un día tras otro.
A veces una cara afilada de piel morena y labios resecos. El viento en el desierto. Un libro antiguo. Una canción. Evocadores paisajes de arena y sol. La perplejidad y la paciencia. La sinrazón y el sufrimiento. La devastadora sensación de que nada puede cambiar lo que parece ser el destino. El recuerdo. La guerra. La pasión. Lo irracional. El engaño y el amor. Un avión. Una bañera y la misma canción. Una niñera húngara. La piel quemada. El mimo y los cuidados de una enfermera. Una respiración ahogada. El libro antiguo; otra vez. Un rincón para un desliz. Una cueva de paredes dibujadas tiempo atrás. El regreso y el dolor. Una bomba en un piano. Bach. Un indio que se juega la vida cada día y vive de verdad, sabiendo que cada día puede ser el último. Un piloto que muere de dolor deseando el final de... una historia. Y la sombra de un avión que vuela errante y derrotado a través del desierto.
Algo hipnótico. Que puedo decir. Sigo recordándola cada día y me llama la atención. Me sorprende. Son muchas sensaciones. Una de las mejores películas que he visto. Ahora escucho su música, que también me hipnotiza. Es un buen momento para volver a verla. Creo que debe de ser eso.

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