LOBEZNO

Lobezno es la nueva vuelta de tuerca de la factoría Marvel, para seguir estrujando la capacidad de la saga X-MEN para producir beneficios. En esta ocasión, nos enseñan los orígenes de algunos de sus mutantes más célebres.

Pensada para mayor gloria de Hugh Jackman, resulta una apología de sus gimnasios y también una sucesión de engaños que el protagonista ficticio, Logan, sufre a lo largo de esta historia; engañado por su madre, traicionado por su hermano (¿o es al revés?), engañado por quien dice ayudarle…no parece que deba sentirse muy a gusto en el mundo, en el que además resulta un bicho raro con una fuerza sobrehumana y dotado de unas garras que aparecen a través de sus nudillos.

Yo dividiría la película en tres partes diferenciadas. La primera, con los títulos de crédito iniciales, dónde se nos explica el origen de Lobezno y sus vínculos familiares con Víctor Creed, su infancia, y el paso de ambos por todas las guerras habidas y por haber durante más de un siglo. En la segunda, impregnada por la sed de venganza de los diversos personajes, se nos cuenta cómo es dotado de sus famosas garras y esqueleto de adamantium. Y la tercera parte, coincidente con los últimos minutos, como enlace explicativo que nos remite al principio justo de la saga X-Men, tanto en hechos como en personajes.

Si vamos a verla, ya sabemos a lo que vamos, por lo que sobran críticas evidentes que podrían hacerse igual sin haberla visto. Decir eso sí, que Hugh Jackman parece un buen Lobezno pero, sobre todo, que me quedo con la interpretación de Liev Schreiber en el papel de Victor Creed (Dientes de Sable en las anteriores/futuras x-men), que es lo más convincente de la película.

Sin exigencias, resulta entretenida y aceptable. Con exigencias… plan alternativo.