"In me omnis spes mihi est" (Terencio).

9 de diciembre de 2008

EN EL ÚLTIMO DÍA

Ya se han marchado todos. Ya no queda nadie y he visto exhalar el último aliento del fuego que había en la chimenea que tan cálidamente nos ha acompañado en los últimos meses.

Hoy ha sido mi último día de trabajo. Último en esta temporada porque me han dicho que volveré – si Dios quiere – que se dice. Así, he visto como marchaban muchos de mis compañeros, los que quedaban, que de eso ya comenté, y he escuchado apagarse el rumor de la gente, o quizá debería decir, que he podido apreciar la ausencia de ese murmullo lejano y familiar. Ya no se nota la presencia invisible de ellos, ni de sus vidas, ya no suena el teléfono, ya no me cruzo con caras conocidas ni sus gestos de saludo en el trasiego diario, y ya no escucho el bullir del agua por ningún lugar.

Mañana cambiará mi rutina y no volveré por aquí en mucho tiempo. Esta familia que se forma entre compañeros se desace hoy, y aunque algunos nos veremos en este tiempo, se queda un vacío en las entrañas que me aflige el ánimo.

Algunos, contados, quedarán por aquí para vivir los días más tristes de este recinto por ser los más vacíos, de gente y de vida. Seguramente me acuerde a diario durante este invierno solitario y yermo.

Este lugar será como una sombra de sí mismo. Se llenará de silencios y se llenará de todos los ecos de quienes lo habitaron en este tiempo.

Al final he cerrado la verja y algo se ha estremecido en el fondo de mi alma. Afuera llovía, pero también dentro.

2 comentarios:

  1. Han pasado meses,he olvidado,ocurrieron cosas,pequeñas gotas diarias que van colmando el vaso de la paciencia y que te hacen mirar tu entorno de forma distinta hasta plantearte un giro en tu vida. Pero al salir estos dias a la puerta de la casa y mirar calle abajo recuerdo,claro que recuerdo.Tu,al igual que otros habeis vivido más cierres que yo, pero de esa intensidad diaria,quizás mejor nocturna puedo hablar extenso. De la compañía,única, de los troncos acariciando el rostro con su agradable calor rojiza, de la soledad al amanecer echando de menos el relevo del compañero,del pequeño bullicio de las limpiadoras con su rutinaria recogida de llaves,de tantas y tantas cosas recuerdo, claro que recuerdo. Es cierto que, quizás, hubo más cosas buenas que malas y éstas, afortunadamente, son las que perduran.Para terminar e intentando condensar tanto que se me queda en pocas palabras diré para que reflexiones aquella frase que pronunciara un árabe en las murallas valencianas a la vista de la gesta de D. Ruy mas pluralizando, porque hemos sido y sois muchos."Dios que buenos vasayos si hubiese buen señor". Con cierta nostalgia. TROTAMUNDOS.

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  2. Al leer este mensaje, he vuelto a sentir las sensaciones que yo mismo pude sentir en mi cuerpo, hace algo menos de un año cuando en la anterior temporada, era yo el que daba el cerrojazo a un año, como este cargado de buenos, regulares y directamente malos momentos.
    La sensación es algo "extraña", no hemos encontrado otro adjetivo para calificarla; hay una mezcla entre felicidad por unas merecidas "vacaciones", incertidumbre, por los que como tú se van a las cada vez más largas colas, y tristeza, por oir el silencio que llena todo el recinto que en otras fechas no se si mejores, donde la muchedumbre llenaba las piscinas, los niños correteaban en las comuniones y los/nuestros abuelitos siempren tenían una palabra de amabilidad y cariño hacia cualquiera de lo que tu llamas gran familia que forma el principal activo ( ni agua, ni habitaciones, ni po...s)que tiene esta empresa.

    "Puede considerarse bienaventurado y no pedir mayor felicidad el hombre que ha encontrado su trabajo".

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