Tengo la suerte de trabajar muy a menudo con personas mayores. Lo de suerte es mi opinión. Y si bien, las personas merecen el máximo respeto, sabemos que todo el mundo no se lo gana de la misma forma. De hecho, hay quien no se lo gana. Esto viene a cuento de una frase reciente de un buen amigo. Creo que no la olvidaré.
“Todas las personas mayores, mejores o peores, con buen o mal carácter y/o educación, se merecen un respeto grande, porque todos ellos, pasando penurias que hoy no imaginamos, nos han hecho progresar y han dado pie a la calidad de vida que hoy disfrutamos nosotros, muy superior a la que tuvieron ellos”.
Este es sólo un motivo más para que no se nos olvide respetar a los mayores, pero me ha llegado. Espero haber reflejado bien la idea. Gracias Manuel.
esos pensamientos te honran y además te hacen más llevadero el trato con los mayores.
ResponderEliminarmuy noble por tu parte.
No sé si estoy de acuerdo con eso. Buena y mala gente hay en todos lados, sean jóvenes o mayores. No creo que merezcan más respeto unos que otros. Está por ver que todos los mayores hayan pasado penurias y/o contribuído a nuestro bienestar...
ResponderEliminarEn cualquier caso, con respetar a todo el mundo es suficiente.
Yo si estoy de acuerdo con lo que afirmas.
ResponderEliminarSin embargo, estoy concretando para hablar sólo del respeto que en mayor o menor medida se tiene a las personas mayores, supongo que debido a las condiciones de mi trabajo y las cosas que se ven u oyen en algunos momentos. La intención de quien en mi puso la idea, y mí intención al asumirla, es dar un motivo añadido por el que muchas personas mayores deben ser respetadas, a pesar de que sus particulares condiciones (carácter, educación...) inciten a lo contrario. En ningún momento afirmo que se les deba respetar mas que a cualquier otra persona, primero porque no pretendo hablar del respeto en general, y segundo porque comparto absolutamente tu afirmación de respetar a todos por igual.
Las variadas "excepciones" que existen de mayores que no hayan pasado penurias, y la de quienes no hayan contribuido a nuestro bienestar, las he obviado dentro de la generalización. Es cierto.