"In me omnis spes mihi est" (Terencio).

25 de agosto de 2009

DES.INFORMACIÓN

Por comentar un poco otros temas, debo destacar la noticia aparecida hace días en la que un periodista abandonaba su trabajo en el diario La Vanguardia (ver aquí). Este señor ha sido capaz como pocos de expresarlo con palabras y sobre todo de ser honesto consigo mismo. ¡Tanto como para dejar su trabajo!
Se trata de algo que ya saben aunque no le hagan mucho caso. Que la información hoy día está manipulada, influenciada, sesgada y mercantilizada. Se cuenta lo que mejor vende obedeciendo siempre a unos intereses concretos. Asumimos, aunque lo mantenemos más o menos oculto en el trastero de la conciencia, que esto ocurre, que sabemos justo lo que quienes tienen el poder (distíngase de autoridad) quieren que sepamos, y también que la verdad en la que vivimos es simplemente una media verdad. Lo vemos a diario con la información sobre esta nueva gripe, o simplemente con las guerras que entran en casa a través del televisor, que son aquellas que venden y donde hay dinero. De las otras, de las guerras “pobres” no sabemos porque no interesan. No dejan dinero y desnudarían mucha hipocresía. Silenciadas, solo existen para quienes las sufren. Son solo dos ejemplos de los cientos que se pueden poner.
La realidad del presente es la desinformación interesada. Quien quiera saber ha de salir a la calle e investigar por sí mismo.

21 de agosto de 2009

EXTRAÑOS DOLORES

Nuevamente me quedo sin palabras.

En la consulta médica:

Doctor: ¿Le duele a usted algo?
Señora: Si, sobre todo la espalda vaginal (tocándose la zona lumbar).

17 de agosto de 2009

ENEMIGOS PÚBLICOS de MICHAEL MANN

Enemigos Públicos es la reciente película de Michael Mann, director de mis admiradas El Último Mohicano y Heat.
Una vez más nos cuenta la historia de un famoso ladrón de bancos y de un astuto policía empecinado en atraparlo, y reiterativamente, una vez más sucede esto en la Chicago de los años 30. Hechos y ambientes demasiado reiterados en el cine. ¡Cuánta imaginación!
Película rodada con la ambición de hacer una de esas películas que permanecen a lo largo de los años, normalmente llamadas por los críticos “obra maestra”, y que yo creo, no llegará más allá de estas navidades en nuestro recuerdo. Soy optimista.
No pretendo decir que la película es mala. Al contrario, es palpable el intento de hacer buen cine y son destacables algunos momentos. Pero se queda en eso, en intento. Si acaso me quedo con las secuencias de tiroteos, donde Michael Mann incorpora una forma de rodar muy influida por los videojuegos de combate. Las secuencias de tiroteos son muy descarnadas, con efectos muy conseguidos y planos donde pone al espectador en la línea de fuego, o bien directamente monta el plano desde el arma o la cara del tirador. Los espectadores nos sentimos muy dentro de la escena y parece que en cualquier momento una bala nos vaya a alcanzar. En mi opinión es lo único novedoso y aprovechable. En ese sentido creo que ha obtenido resultados positivos de la digitalización pese a abusar ligeramente de ella. Muchos esfuerzos y pocos resultados, ya que aunque nos parezca estar viendo una buena película, y a veces lo sea, las sensaciones son efímeras y nada trascendentes.
Por lo demás, veo demasiados defectos. Excesivamente larga, aburrida a veces, poco intensa, con un papel policíaco a cargo de Christian Bale cuyo perfil psicológico es nulo. Nada se nos dice de él, ni de su vida personal, con el añadido de que aun sigue interpretando, aunque bien, al Batman del Caballero Oscuro (peli de lo mejor de los últimos años). Recuerden que es sólo mi opinión. En cuanto a Johnny Depp sigue en su línea. Correcto, quizá de lo mejor. No podía faltar la historia de amor, pero es artificiosa y presuntuosa. Del final mejor no decir nada.
En definitiva, la película no está mal hecha, pero por repetitiva no me ha sabido a nada. A posteriori, preferible ver una reposición de Los intocables de Eliot Ness o la nombrada Heat, por hablar de temáticas similares.

16 de agosto de 2009

DEPORTES OLÍMPICOS

El Rugby y el Golf han sido propuestos para ser deportes olímpicos.
He de decir que me gusta la propuesta, y también que me parecería bien con algún otro deporte que ahora mismo no tengo en mente. De sobra es conocida aquí mi inclinación por el Rugby, pero añado unas reflexiones al hecho en sí.
En referencia al Rugby, parece ser que podría tratarse de incluir la modalidad de Rugby a siete, y no entiendo por qué. Primero, creo que hay dos razones de peso para que fuera el RUGBY, con mayúsculas, el deporte olímpico y no el sucedáneo del Rugby a 7, pensado sobre todo para formar a los jóvenes.
La primera razón sería que, tras el Atletismo, el Rugby puede ser el deporte cuyos valores sean más coincidentes con los valores olímpicos (esfuerzo y superación, juego limpio, respeto al adversario…); y la segunda razón, que el Rugby es uno de los deportes con más aficionados en el mundo. Su mundial es el tercer evento más seguido a través de las televisiones por poner un ejemplo, y esto, en el olimpismo moderno es una vía de negocio más que interesante en cuanto a medios, sedes y repercusión socioeconómica.
¿Se imaginan que a la hora de hacer el Fútbol deporte olímpico, hubiéramos elegido el Fútbol 7? No, ¿verdad? Pero es que además ya hemos visto lo ocurrido con el fútbol y el Baloncesto en el olimpismo. El Fútbol 11 dentro del programa olímpico sufrió una evolución desde la existencia de un límite de edad, hasta la progresiva eliminación de restricciones posibilitando la inclusión de profesionales, y el Baloncesto en su apartado NBA tanto de lo mismo. Entonces, por qué esta tontería de empezar con el Rugby a 7. En eso no aprendemos.
El Rugby profesional quedaría perfecto dentro del programa olímpico pasando a ser una de las competiciones más seguidas, y lo único a tener en cuenta sería cómo integrar esta competición en el calendario profesional existente.
Analizando el tema, parece evidente que si el Rugby fuera un deporte popular en los EEUU hace hace tiempo que tendría la categoría de deporte olímpico, y no sólo por motivos deportivos, sino también porque tanto la NBC (que posee los derechos para el país) como otras entidades tipo Coca-Cola ya habrían hecho por dónde. En cualquier caso, parece claro que ante la inminencia de unos Juegos Olímpicos en Inglaterra, el Rugby será Olímpico, y esperemos que para siempre.
En referencia al Golf, poco que decir puesto que soy profano en la materia. Si acaso, comentar que hay varias cosas que parecen probables. Por una parte, creo que por su importancia en el mundo anglosajón, el Golf alcanzará la categoría de deporte olímpico antes o después, y por otro lado, dadas sus condiciones, será un torneo abierto a las sorpresas, al menos para alguna de las tres medallas. Sólo hay que ver lo que ocurre a menudo en los grandes torneos, con la excepción de Woods.

13 de agosto de 2009

CATARSIS TERMAL

Créanme si les digo que suelo ser bastante respetuoso con la mayoría de las personas que atiendo en mi trabajo, al menos lo intento, pero hoy estoy dispuesto a utilizar este espacio a modo de catarsis para limpiar algunas cosas que me suelen dejar agotado.
El anecdotario que produce la ignorancia de la gente es realmente escandaloso. Ya comenté que da para uno o varios libros. Hablo de ignorancia en el sentido explícito de la palabra y sin connotaciones de ningún tipo.
A la hora de buscar información, hay quien se acerca al asunto termal desde este desconocimiento que venimos hablando pero con la idea de que algo bueno tiene. Este subtipo de cliente asume su posición y se deja guiar. En cambio, hay quienes con una sola y triste idea en su mente, se arrojan irremediablemente a la luz que descubre un mar de ignorancia detrás de esa idea. Algunos, los hay más informados y con más conocimiento de causa, a veces pecan por no asumir que dentro de unos parámetros comunes, cada lugar tiene unas características, una concepción y sobre todo su idiosincrasia propia. Y como en cualquier lugar y ámbito, también están aquellos que rápidamente cogen onda y saben dar los pasos adecuados para lograr el fin.
El anecdotario diario se alimenta sobre todo de este desconocimiento a todos los niveles, y también se nutre de la llamada “tercera edad”, que por sus circunstancias no han tenido oportunidades para conocer, no sólo el “hecho termal”, sino también otras muchas cosas que les servirían para defenderse algo mejor por esos entresijos menos habituales de este mundo, como es el caso del agua minero-medicinal.
Lo que hoy quiero dejar claro es que todo no resulta simpático o gracioso. Mucho si, pero no todo. No es lo mismo ver como una abuelilla prudente y tímida te dice que quiere hacer un Circuito Terminal, o alguien esperanzado en que sus sesiones le produzcan Beneficios Termáticos, que ver como a las once de la noche, después de ocho horas pegado a un teléfono y ya a punto de irte, el o la espabilado de turno te llama para soltar la impactante frase de….”era para informarme del tema del balneario de qué está compuesto”, y lo peor, se queda tan a gusto porque desde ese momento deja claro que él ya ha expresado su incógnita y ahora tu, con el manual delante, le traduces. ¡Qué le digo a usted alma de Dios! ¡Por dónde empiezo!
Pónganse en mi lugar, ¿por dónde empezar? ¡Son tantas cosas!
Hasta en esas llamadas llegamos a entendernos, pero es sufrido, créanme. Yo, de hecho, ya casi tengo un protocolo establecido para llevarlos a un territorio más lógico “termalmente hablando”.
Pero si hay algo que supera mi lógica, que evidentemente no tiene por qué ser la correcta, es lo siguiente. ¿Ustedes no comprenden que no me importa nada de dónde me estén llamando, si lo que quieren es informarse? Coges el teléfono y te dicen, “Hola, llamo desde Ciudad Real y quería saber…” o también “Buenas, de aquí, de Las Casillas de Martos…” (Esa última llamada es muy grande, se lo puedo asegurar). Créanme, de verdad, ¡que no me interesa de dónde llamen! ¡Por favor, díganme qué desean! Sin más.
Y qué decir de las “llamadas aventura”. Sí, me explico. Son aquellas llamadas dónde el que llama sólo tiene el número de teléfono. No sabe ni dónde estamos, ni qué hay, ni para qué sirve, ni nada de nada. Créanme de nuevo si les digo que es habitual. Te dice algo así como…”Hola, he oído que hay un balneario. ¿Eso dónde está?.... ¿Y qué hay?....” Así hasta un interminable y agotador recorrido.
Geniales en cambio aquellos que llaman sin voluntad propia. Es como si dijeran, ¡somos todo suyos! Te dicen…“Hola, quería hacer una reserva…. ¿Para cuándo?... ¡pues, para cuando usted me diga!....” Tan contentos.
En fin, ya les digo. Esto da para mucho, pero no siempre es placentero, si bien la grandeza y la sencillez de las personas mayores casi siempre compensan todo esto que vengo diciendo.

- ¡Buenas, yo tengo reserva para Noviembre!
- Señora, hablamos del Programa de Termalismo del Imserso.
- ¡NO! ¡Hablamos de Arjona, aquí en Jaén!