"In me omnis spes mihi est" (Terencio).

21 de marzo de 2010

LA PLAYA DE LOS AHOGADOS

Comenté hace poco cuánto me había gustado el primer libro de Domingo Villar, “Ojos de Agua”, y ahora tengo que decir que este segundo, “La playa de los ahogados”, me ha gustado más aun y es mejor libro. Así como suena, no tengo duda. Bien escrito, bien secuenciado, ameno, interesante, ágil y nada pretencioso. Domigo Villar ha sido sin duda un gran descubrimiento para mi en la literatura española.
“La playa de los ahogados” comienza con un cadáver aparecido en la playa de un pequeño pueblo pesquero. El muerto, un pescador tranquilo y algo huraño que muchos años antes se vio envuelto en un naufragio, aparece maniatado por las manos. Los primeros indicios que apuntaban a un suicidio en el mar van tornándose poco a poco como indicios de un asesinato.
De nuevo, Leo Caldas sigue siendo el inspector de referencia. Domingo Villar consolida gratamente un personaje sobre el que poco a poco vamos conociendo más aspectos de su vida, su soledad, sus relaciones familiares, su padre y cómo no, la nota curiosa de ser protagonista de un programa de radio que cada día soporta menos. Lo mismo podemos decir de su “alter ego” policial, su ayudante Rafael Estévez, que nos sigue deleitando con su choque frontal con la manera de ser de los gallegos.
Entre unas cosas y otras he desarrollado una enorme disposición a conocer como Dios manda la ciudad de Vigo y una tasca, si es que existe, llamada Eligio. Disfruto enormemente esos ratos de esparcimiento y reflexión que el inspector se toma en ella, con las sabrosas referencias a comida, pescado, marisco y buen vino blanco.
Nota especial para la aparición de referencias metaculturales en los dos libros de Villar. En este segundo libro he descubierto una canción, La canción de Solveig, que es una pieza de la Suite nº2 compuesta por Grieg para la obra de teatro Peer Gynt de Ibsen.
Ciertamente una pieza preciosa...para una buena novela.
Según he leido, la canción que dejo a continuación se ha basado en La canción de Solveig e incluso ha cogido la letra de Ibsen.

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